Desequilibrante


La cantidad de personal que había en el recinto no entraba en consonancia con el silencio reinante en aquel momento. Realmente era un silencio ruidoso, que atronaba, que silbaba, que llegaba a torturar. Todas las miradas centraron su atención en los individuos que se disponían a ejecutar la acción: dos tipos idolatrados, cuasi desconocidos, odiosos y amantísimos, incultos y atractivos, repelentes y carismáticos. Muchos fueron los que abandonaron sus preocupaciones e incluso su identidad para afrontar la cruda tarde de invierno sentados sobre un trozo de cemento recebado de aluminosis en cada poro. No había nada más importante que hacer ni pensamiento relevante que enfrentar, era el evento del siglo y todos querían ser parte del momento histórico ejerciendo acto de presencia para sentirse, de alguna forma, parte de la propia trama. Votar, trabajar, crear, invertir, donar, inventar, emprender, ayudar, colaborar, levantar… no tiene sentido esforzarse si puedo mirar sentado. Que no se hace ni por disfrutar, simplemente es porque al final hay que hacer de todo en esta vida.

Soledad


La vida es una historia que siempre es jodida por un tercer humano. 

La sociedad es un enjambre de personas donde cada individuo se siente intensamente solo.

La amistad es una palabra que muy pronto desaparecerá del diccionario.

El mejor amigo del hombre es el móvil.

El apocalipsis era resumido como el fin del mundo. Hoy solamente tiene forma de batería dañada.

La clave de la vida es el egoísmo.

La familia es un instrumento que se intenta manipular al antojo de cada miembro, pero por lo general es indomesticable.

El mundo es una enorme piedra redonda tiranizada brutalmente por un irreductible dictador: el dinero.

El oxígeno hoy es contaminación, la comida veneno y el agua un matarratas con un precio mucho más caro que ayer.

Dime lo que tienes y tal vez te saludaré al pasar.

Los principios hoy son simplemente una pérdida de tiempo.

El amor es sexo, por eso siempre hay alguien que te trata de joder.

Los amigos se cuentan con los dedos de las manos, pero en Facebook los números dicen otra cosa.

La guerra escandaliza a las personas y no sé por qué, al fin y al cabo nadie está exento de un sentimiento beligerante en su devenir por esta dimensión.

La lluvia limpia, el frío amortigua, la primavera emboba, el calor mata. Cualquier plan es inferior a mi animada soledad.

El Impresionante E Inexplicable Atractivo De La Asimetría


Y como no se podía explicar terminó el texto. No, pero es verdad, la pureza está en la mezcla. Un lado, precioso, irresistible, sabes que podrías estar mirándolo todo el tiempo, pero sabes que te equivocas. Entonces miras al otro lado… y nada nuevo bajo el sol. 

El error enseña, la falla entretiene, meter el remo es celebrado y ser impreciso está de moda. La perfección aburre, hacer las cosas de manual está mal visto y ser extremadamente metódico hoy es de paletos. Viva la rebeldía. 

Equivóquese para alcanzar la gloria, meta la gamba para ser excelso, cause divergencias sin miedo al estupor, confunda con lo que parece para definitivamente no serlo nunca y conviértase en esa pieza que paró la producción al romper el molde. 

Ser conservador es cosa del pasado, ahora se lleva lo transgresor. En este mundo de la piel fina lo clásico molesta y es prácticamente más que un insulto. Inventa, aunque todo esté inventado, y confunde a propios y extraños con un estilo nunca antes propuesto. 

Se aconseja no seguir al pie de la letra.

Batán


Un camino inhóspito sumergido en la maraña llega al fin a la Venta, ese lugar que muchos han cruzado y por el que pocos se han quedado. Tan próximo en verano a la algarada y a la barahúnda por un extremo y tan cercano a la permuta, la expendeduría e incluso el balompié el resto del tiempo. Empero, la realidad dominante durante la totalidad del año es la de la penumbra, la de las calles solitarias, la del intruso en el terreno de los elegidos, la de la dificultad para encontrar según qué cosas en todo momento y situación. Colateral de Carabanchel, pero como esos parientes de Alcalá que también se ven de pascuas a gramos, sin gracia, sin dolor, sin interés alguno en la terca reciprocidad que los mancomuna. Pero esto también es Madrid, el Madrid auténtico y tradicional de los barrios de Hortaleza, Vallecas, Moratalaz, San Blas, del primo de antes y por supuesto de Batán. Estos lugares son los únicos en la gran ciudad que nos separan de lo más mundano, del decibelio y de las aglomeraciones. Son lugares que, en definitiva, nos llevan al Madrid de antaño y nos abstraen del moderno que, sin ser malo, se olvida de ciertas cosas.

Montinaro


No concibo la vida si no es para vivirla en libertad y, aunque eso no se hace y ni mucho menos se dice, no me queda más que declarar que no, que esto no es lo que esperaba en ninguno de los casos previstos por la organización.

Como algo inopinado, que no es de noche ni de día, en ese eterno intervalo del cambio de estación donde no hace frío ni calor. Como algo que no se posee, que no se puede tocar, que no se puede saborear, que puedes recordarlo sin llegar a sentirlo.

Una expresión fantasmagórica, tal vez espectral, sin placer en todo caso, sin toma y dame, con una lúcida transparencia en todo momento. Ni lo conozco ni lo quiero reconocer, pero no me acuerdo de lo que hice ayer.

Puedes yacer para fallecer, puedes desfallecer para fallecer, pero en ningún caso se puede fallecer para pretender desfallecer después y yacer como quien lava. Está claro que dos son compañía y tres significan multitud.

Badén y Gálibo


La lluvia se posa con mimo sobre la ciudad, emitiendo una melodía, con cuidado para no molestar, con entusiasmo y ciertas dosis de melancolía. 

Cuando el maestro pasa lista y todos se encuentran en la lucha aprieta el paso y rebosa charcos, elimina presencia callejera y al sol se pierde de vista.

Entonces el tiempo pasa seguro, con tráfico lento por no decir imposible, con aire de recuerdo y con el sosiego de que la claridad sucumbe ante el ambiente oscuro.

El día transcurre bañado por el líquido elemento, con algo de premura, sí, pero con la eterna sensación de no querer que la lluvia se la lleve el viento.

Agradece la vida, sonríe la naturaleza y las almas prueban como se vence a la polución, es el momento de mojar nuestro ánimo sin necesidad de que nadie nos lo pida.

El atardecer se precipita y la noche cae a plomo sobre los reflejos que emite la urbe. Las gotas se camuflan, pero la luz artificial las delata haciendo que este hecho se repita.

Un día lloverá todo el día sin descanso evitando la pena y desplazando todo aquello que por una razón u otra no sea más que tontería.

¿Qué Es El Amor?


Le llaman amor cuando realmente quieren engañar a la razón. 

Es amor si vuelan mariposas o trinan pájaros, aunque llueva. 

Son cuatro letras que al revés suenan como Roma, capital de Italia donde, casualmente, también está la ciudad de Venecia. 

Es la inspiración principal de libros, películas, canciones y obras de arte, pero algunos todavía se niegan a decir “te quiero”. 

Mueve el mundo de forma intangible, pero permite las guerras y la lucha entre hermanos. 

Se da y se quita de forma cruel. También se puede regalar, pero jamás se debe de robar. 

Se puede vivir perfectamente sin él, otra cosas es pretender hacerlo bien. 

El amor no es sexo, algo vital para muchos, pero, curiosamente, al acto de la copulación se le llama hacer el amor. 

Amor nunca pasa de moda, tratan de innovar con fuegos de artificio, pero al final uno y uno son dos y las piezas en el puzzle siempre encajan de la misma forma. 

Nos hicieron por amor y daremos un poco para más para rescatar la luz desde la oscuridad. Luego las luces se apagarán y el amor, como siempre suele pasar, se irá definitivamente. 

Tiene millones de formas distintas, habla en lenguas por descubrir, se disfraza de cualquier cosa y no conoce a nadie, pero todos quieren estar con él. 

Intentan ponerle precio, pero su valor es incalculable. 

El amor puro está libre de conservantes y colorantes. 

Es adictivo y suele ser sano para el corazón, pero su posología es ambigua y, a veces, puede dejar secuelas. 

Es tremendamente fotogénico. 

Todo el mundo dice que el amor es bonito, pero lo cierto es que nadie lo ha visto jamás.

Colbrand


Cuando quiero y no puedo visito el lugar más oscuro de mi memoria, aquel que permanece abandonado, ese mismo que nadie conoce y que provoca rechazo hasta en las pesadillas de los pacientes delirantes.

Allí me encuentro un vacío profundo de sombras inverosímiles, de ideas cuestionables, de estridencias tristes como el sol en una tarde de otoño por el centro de Londres. 

Allí el tiempo permanece quieto, sin futuro, solo con un presente que desenmaraña una realidad de mentira constituida por retales y desgarros de una existencia vana plagada de errores y carente de ilusiones que me convierte a menudo en peregrino del camino que lleva al pozo ciego.

A veces, solo a veces, me acerco por allí. No porque quiera, sino porque mis pasos me dirigen a la desidia. Poco a poco consigo salir cuando me canso de la podredumbre, pero no es menos cierto que cada vez me cuesta más retornar cuando visito el lado más lóbrego de mi memoria.

We Will Always Have Unterhaching


En esta realidad hace frío. Siempre. Cuando llueve llora el alma, se inunda la razón y las goteras torturan mi existencia. Si un día nieva la razón se bloquea y quedo fuera de juego durante varias historias completas.

Si aquí alguna vez hiciese calor me pondría a secar, comería recetas con el sol como denominador común y cenaría grados con guindillas en la esquina de este tómbolo que me asfixia a diario.

Si por estas latitudes entrase la primavera los capullos serían otros y la escena se llenaría de moscas, pero un millón de estas no se equivocan, los capullos no solo visten de verde y por aquí no entra ni el aire.

Si un día en Sad City cayese algo no serían hojas, sino almas a los pies. El otoño se empareja con la tristeza, cierto, pero hace tiempo que el lamento y la quiebra sentimental perdieron la batalla contra mi eterno invierno.

La Base De La Paciencia


Cuando el sonido del llanto me despierta por la noche levito sobre la estela del dolor y de la incertidumbre. 

Entonces llueve ácido, el suelo se convierte en desidia y de las fuentes brotan riadas de sangre. 

Ahí, justo donde ni pensé llegar, me encuentro inmerso sin saber que tal vez no haya puerta que me deje en aquel dolor tan amplio que ahora me parece como bálsamo para las heridas.

Pero el sueño tiene ventanas que me liberan de mi condena dejándome amparado en esa baja existencia tan eterna como plena de soledad en la que el único objetivo es encontrar la muerte como elixir ante este castigo de tamaña insolencia.

La Generación De Los 80


· La generación del tío.

· Del “si es que te lo dije”.

· Y del dabuten. 

· “¿Chicas? Qué es eso?” 
 
· También la del guay del Paraguay. 

· Del “los tangas solo existen en las películas porno”. 

· Del pringao. 

· De recordar lo de “eso no me lo dices en la calle”. 

· De los sarasas. 

· La generación de la jeringuilla en el parque. 

· Por supuesto del novato. 

· Del SiDa NoDa. 

· Y del tolay, por favor. 

· Del helicóptero del Tulipán. 

· De los Pirris infinitos. 

· Los del negro del Cola-Cao.

· Sí, de la mierda del EGB.

· Y la del tronco. 

· Los que tuvieron a Petete, Yupi o Espinete como referentes. Así nos va.

· Del “yo soy mejor que tú”.

· Los que saltaron de la gallina Caponata a Robocop, Knight Rider, Terminator o los Gremlins sin paracaídas. Nada volvió a ser lo mismo.

· La del pariolo.

· La que nació con el logo antiguo de Adidas. Sí, ese que ahora ha sustituido al truño que inventaron para sustituirlo.

· La de los niños todo el día tirados en la calle.

· La de los profesores que se repetían más que un petit-suisse de chorizo.

· Los que sobrevivieron a la gentuza y a la chusma de la peor catadura.

· La de los que vivíamos felices a pesar de todo.

· Los de la ñorda.

· La de los que sufrían amenazas, acoso y extorsión por afición y ni sabíamos lo que era el bulling, solo que el que te lo había hecho era más listo que tú y que si te quejabas eras un llorón y un chota.

· “¡Anda, los Donuts!”

· De la época en la que la calle enseñaba. Eso sí, sin cariño.

· Los que pudimos dormir tranquilos sin ver al oso de Bimbo con esa extraña expresión que tiene ahora. 

· Del “te voy a partir la boca”.

· Los de Mimosín, que también era otro que tal baila.

· De la versión 8 bits.

· Los de Mr. Proper. Un mago.

· Del apagón multimedia.

· Los del Príncipe de Beukelaer verdadero.

· Aquellos del fracaso inexorable.

· Los del fútbol de verdad.

· Los del tiempo en el que la realidad era una hostia en la cara cuando abrías los ojos para mirar.

· La de los privilegiados que disfrutaron de Jordan.

· De las orejas de burro.

· La de los que hoy tenemos 40 y vemos a chavales que se gastan 200 euros en una zapatillas Air Jordan sin que ni siquiera sepan que el baloncesto es un deporte que consiste en botar un balón y meterlo en una cesta.

· De las zapatillas Tórtola.

· Del tiempo en el que era tan socorrido dejarte por imposible si no sabías aunque no te hubiesen enseñado.

· De Galerías Preciados.

· De la familia de mierda.

· De las universidades vacías.

· Del te acuso porque sí.

· De los Almacenes Arias.

· La del “niño, ve a por tabaco”.

· Del Sepu.

· La del “nos vamos para el pueblo”.

· Del tiempo perdido.

· “Y después a Gandía”.

· La de “niño, ve a por tres huevos y que te lo apunten en la cuenta”.

· “A Torremolinos”.

· De las chapas. 

· La del vermut.

· De la peonza.

· La de los niños apurando los vasos de cerveza en la tasca.

· De las canicas.

· La de los bares atestados con los cristales empañados.

· De los tahúres que robaban cromos con las cartas.

· La de los capullos que se comieron la última mili de los cojones.

· La que mamó del machismo más rancio.

· Los que empezamos a darnos cuenta de que todos los dibujos no eran para niños.

· La de “si te haces objetor eres un apátrida y, además, para acabar limpiando el culo a los viejos”.

· Aquella en que todavía se vibraba con el ciclismo.

· Somos los que inventamos la bollería industrial.

· Sí, esa que también disfrutaba del boxeo.

· Y esa misma que no insultaba a los toreros.

· La que vivió la gestación del espectro político más aberrante de todos los tiempos.

· La que después de ser apátridas hoy vemos como catalanes y vascos no quieren ser españoles. 

· La de los niños que no éramos bonitos de pequeños.

· La de los que tomaban la comunión por los regalos.

· Esa en la que muchos quedaban en grupo para hacerse pajas.

· La del miedo eterno.

· La de masacrar al diferente.

· La que como icono tiene una nariz derramando sangre.

· Tal vez la misma por la que se colaba un gusano. 

· Esa que tiene la movida por bandera y no sabe ni lo qué significó. Y mejor así.

· La de “pudimos llegar lejos para finalmente quedarnos varados en medio de la nada”.

· La de las afueras.

· La del me aburro. Bueno, eso todas.

· La del “yo con tu edad estaba trabajando”.

· Aquella en la que te dejaban por imposible porque sí o esa misma en la que molabas también porque sí.

· La de la falta de esperanza.

· La de los marginados.

· La que siempre pensó que el arte es para los ricos.

· Aquella tan clasista y chabacana.

· La que no conoce los valores.

· La de los fachas.

· Ni la ética.

· La de los progres.

· Ni la moral.

· La de los supervivientes.

· La de los que crearon la depresión.

· La de los que no sabían si íbamos o veníamos.

· La de los mismos que se venían arriba sin motivo.

· La misma que estaba rodeada por un montón de cosas que tenían nombre de fecha y no sabíamos ni tan siquiera lo que conmemoraban esas datas.

· La de los que pensábamos que los viejos habían nacido así.

· La que tenía una perspectiva infinitamente errada.

· La del racismo dormido.

· La de los que hoy, por todo lo que vivimos, está preparada para cualquier cosa.

· La de los que hoy, después de todo, nos toca ser unos padres mejores que los que tuvimos.

· La de los que hoy, por honor, tendremos que ser los abuelos que tengan que modificar un tanto las batallitas que contemos a nuestros nietos.

· La que no tuvo época de tránsito entre Nino Bravo o Roberto Carlos y Michael Jackson o David Bowie.

· La del “vamos que nos vamos”.

· “¿Inglés? ¿Qué es eso?”

· La del vinilo.

· “¿Informática? ¿Mande?”

· Los de la cassette de TDK.

· Y los que grabábamos de la radio con las TDK. Sí.

· Los de las videocámaras de mierda.

· Y que luego se quedaban enredadas en nuestro walkman.

· Los que reventamos la música en formato físico. Se hizo lo que se pudo.

· Los que convertimos discotecas en antros de perversión y tugurios de mala muerte. Hicimos mucho por la música, ya te digo.

· Sobrevivimos a la movida. La música y nosotros.

· La que conoció las Aspirinas para niños.

· Del UHF.

· Y de la carta de ajuste. Nunca supimos lo que era esa mamonada.

· Los de la melancolía.

· Los frívolos.

· Los de la nostalgia. Aquí estamos.

· Esos que hicieron que hoy estén aquí los del Fortnite.

· Y los del WhatsApp.

· Aquellos que seguramente no lo hicieron todo tan mal.

· Los de la generación perdida en todo caso.

· Los que saludaban a los Seat 600.

· Los del pelopincho.

· La de los que vivían sin móvil.

· Y sin internet.

· Los que siempre estaban con el cura en la boca.

· Y con lo de que tu padre que está más no sé qué.

· La de los que para ver a un extranjero tenían que encender la tele.

· Aquella de los lectores del Súper Pop.

· Los descendientes directos del landismo.

· Los que asistimos al génesis en forma de no puedor.

· La de los que ni siquiera sabían lo que era una franquicia.

· Los que vivieron aquellos malos tiempos para la lírica.

· Los que tuvimos que aprender deprisa.

· La de los pioneros en un sinfín de escenarios.

· Aquellos a los que dieron una democracia sin instrucciones.

· La del inglés de Vallecas.

· Y la del ordenador es para jugar.

· Los del si te he visto no me acuerdo.

· Los que nunca entendieron el verdadero significado de la palabra amistad.

· Los que nos creímos que en el 2020 iríamos en nave por la M40.

· Los de Aiwa.

· Y los de IBM.

· Incluso los de ITT antes de ser Nokia.

· Cuidado, y los de Ericsson antes de que Sony se la zampase.

· Los que ahora pueden decir que esos de Sony hacían más que consolas.

· Los que comían salchichas Purlom.

· De los videoclubs.

· Del Naranjito.

· Los de las botellas retornables.

· Los que a la casa le llamábamos keli.

· Y a la calle ruin.

· También los que usábamos lo de “córtate una cala”.

· Los que echábamos la raba.

· Y los que escampábamos.

· También se echaba la pota y algunas cosillas más.

· Esos que enumeraban las ocasiones por bazas. 

· Los rajaos. 

· La que utilizaba a Perry hasta en la sopa.

· Y al bueno de Peter.

· También los felichones.

· La de los sobrenombres para las cosas más cochinas.

· Esa que alteraba la acentuación de los nombres propios en plan libre albedrio.

· La de todo el mundo es mi primo.

· Los que asistimos al germen de los chinos con aquellas emblemáticas tiendas de 20 duros que luego pasarían a sus manos.

· La de los rastrillucos y baratillos.

· Los que vieron desaparecer las legendarias tiendas de frutos secos al ser devoradas por los badulaques de los chinorris.

· Los que solo podíamos comer un Whopper o un Happy Meal si íbamos a Sol.

· Los que sabemos de primera mano que los chinos no inventaron nada.

· La de los andobas que vivían más a gusto que un arbusto sin las puñeteras tarjetas de puntos o de fidelidad.

· La que vio al Real Madrid anunciar quesitos en su camiseta.

· Los del chorizo pamplonica.

· La de los desgraciaditos del mote a todo quisque.

· La que creció con las vecindonas en los rellanos.

· La de los pobretys.

· Y los tipejos en el bar.

· Los del Porrymans sin menta.

· La que obraba milagros para ser feliz en ocasiones.

· Esa que no pasará a la historia.

· Los del Discoplay.

· Y Madrid Rock.

· La de los churricos por la mañana.

· Esa que coleccionaba cromos con el AS.

· Los del “¿se baja el Jose?”.

· Los de la mortadela de Mickey Mouse.

· Los que estábamos más buenos que el pan.

· Aunque nos atiborrásemos de leche, cacao, avellanas y azúcar.

· Gracias una vez más al moreno del cacao, aunque esté más finiquitado que el ídem.

· Y al señor Juan Valdés.

· Y al del detergente Colon, más conocido que el propio descubridor homónimo en aquellos tiempos.

· Con Puntomatic todo fue distinto.

· Y con Lagarto ni te cuento.

· Los que se acojonaron cuando vieron las cuchillas que utilizaban nuestros padres para afeitarse.

· Los notas que conocían más Vietnam que la provincia de Toledo.

· Los de Mortadelo y Filemón.

Pues mucho más y nada menos. 

Creado por Santiago Schwarz, alter ego de José Bardantia en diciembre del 2019.

Inquirir


En el remanso de fieras a veces hay lugar para los oasis más estrambóticos, unos en los que el horizonte se viste de un gris espacial con destellos verde aceituna en el que la gente saluda amablemente, sonríe de forma gratuita y los monstruos solo son simpáticos animales de compañía.

Cuando pienso en rosa los días pasan raudos, felices, con ánimo en el alma y con un sentir eternamente expectante para despertar de nuevo tras cada plácido sueño para regalar versos de impresión, flores para la ocasión y buenos deseos por afición. 

Las canciones de mi ayer son como abrazos para el alma, como susurros de caramelo, como la posibilidad de viajar en una máquina del tiempo que regala bonos infinitos para visitar el pasado con la misma facilidad que tengo para cambiar de opinión con inusitada frecuencia. 

Solo los colores naturales lucen más intensos que la química, solo la verdad supera a la mentira, todo buen deseo se impone al oído más encarnizado, la alegría gana cada batalla al dolor aunque no lo sepamos y por ende nada ni nadie se impone a lo que quedó exento de haber sido elegido por ningún ser pensante. 

Por defecto somos normales, venimos de serie sin altibajos, somos generados secuencialmente para ser diversos, de fábrica parecemos todos iguales, el molde siempre es el mismo, creemos ser distintos cuando hacemos algo para cambiar y llegar donde ya estaban todos, cada día surgen humanos que nos dejan de piedra, buscamos destacar sobre los demás de cualquier forma, estamos solos entre tanta gente… Ahora ya entiendo por qué uno y uno nunca fueron dos.

En Este Páramo Intranscendente Donde Las Palabras Brotan Como Lágrimas De Sangre


He visto soles caer del cielo, a la lluvia incinerando calles. 

He oído al silencio gritando desgarrado, al mundo huyendo desolado. 

He sentido el dolor en la memoria, el fin que representa el olvido. 

He roto la esperanza de seguir creyendo, de negar que es cierto lo que he vivido. 

He negado aquello que no entendía, he rechazado lo desconocido. 

He tenido constancia de que a veces se ríen lágrimas de verdad y se callan risas de insolente tristeza. 

¿Ahora? Todo se reduce a calor o a frío, a la crónica dormida, a la muerte por contagio, a la pena por ausencia, a fingir por inercia y a vivir como castigo.

When I Was In Cunit


Solo la mente traiciona más que el prójimo, con su naturaleza silenciosa, con una inercia impecable. Me lanzo a la brega diaria esperando que suceda algo exclusivo, pero la cotidianeidad impone su color mientras languidece la jornada. Es en ese momento cuando las esperanzas caen a plomo y me quedo a solas con el declive que supone la existencia que actualmente vivo. 

Entonces los recuerdos, que a menudo se disfrazan de pesadillas, invaden mi alma y siento como el silencio y las sombras toman las riendas de mis pensamientos. Allí puedo ofrecer un catálogo de negatividades tan grandes que taparían la silueta de la constelación de Orión. 

Todo esto sin fe, sin esfuerzo, nada más que con el inmenso asombro de ver cómo se derraman a borbotones las más despiadadas perpetraciones que tiene a bien concebir mi mente sin necesidad de tener compañía, amantes o sueños húmedos que la confundan.

En Cuerpo Y Calma


La creación de un libro no exige: surge, fluye como fuente y avanza como caudal si el verano no lo seca. No pide ni da de comer, esboza sonrisas y lágrimas de forma espontánea, no requiere esfuerzo físico ni quebranto mental y sí un sentido arquitectural estricto y máxima puntualidad a la hora de citar los pensamientos con el papel sin importar el momento ni el lugar.

Te Quiero Un Poco


Tras de sí dejó una vida entera, plena de sinsabores, de angustia premeditada, de no llegar a ninguna parte en ningún momento. Allí quedaron amistades, lugares, un divorcio, un hogar gastado y un vehículo recién estrenado. Hoy no hay nada, tal vez todo, pero decidió erradicarlo de su vida. A su lado solo permanecía Trisky, un precioso golden retriever de color dorado y mirada inocente, el compañero ideal que no hacía preguntas y que jamás lanzaba reproches. Los años de papel quedaron en la retina, deseando ser expulsados, y es ahora cuando, a través de la ventana, sentía que estaba en el camino correcto. Por momentos parecía que el mundo se había vuelto del revés, que ignoraba incluso el tiempo y la razón, pero era incierto de todo punto: los lugares siempre son los mismos, son las personas las que evolucionan incesantemente a peor. 

Su desembarco en la ciudad era inminente.

Mi Hijo Ya No Llora


Se cansó de caer, se cansó de ser torpe, se cansó de ser valiente. 

Mi hijo ya no llora, solo mira por primera vez cómo el tiempo pasa. 

Ya sabe que los juguetes son miniaturas de la realidad, aunque sus colores no son de verdad. 

Mi niño descubrió que puede ejercer control sobre sus actos, que todo pasa por algo. 

El destino se presenta ante él y ahora le arredra, pero no le tira al suelo. 

Mi pequeño sabe ahora que hay otras cosas que le interesan más, que estaba equivocado. 

Las lágrimas se marcharon para no volver, pero sigue estando errado. 

Mi chiquito ya no viene detrás de mí, sabe que puede adelantarme y mejorar mi pundonor. 

La vida se presenta ante ti ahora que supiste abrir la puerta, no te dejes nada dentro. 

Mi primogénito sabe que el futuro es ahora y que este está en su mano, que también tiene el poder. 

Quizás no recuerde más lo que fue, pero podrá componer una historia con los dibujos más lindos como si de un álbum de fotos se tratase. 

Mi hijo, mi niño me ha preguntado qué pasará ahora, pero por primera vez no he sabido qué responder. 

Mi pequeño, mi chiquito: las respuestas ahora me las tendrás que dar tú.

Los Amigos Están Para Las Ocasiones


Justo en ese momento donde el interés acaba y la solidaridad empieza. 

En un punto donde el amor y la amistad encuentran la armonía perfecta. 

Donde el tiempo pasa sin pensar y siempre deseas volver a empezar. 

En la caja fuerte de los secretos en común. 

Incluso cuando la comprensión cobra enteros ante la razón. 

En ese mágico lugar donde no importa signo, tendencia, creencia o afición. 

Cuando la soledad empieza a escribir la palabra fin. 

En el instante en el que dais una patada a la vergüenza y os coméis el mundo. 

Fantásticamente en el punto inalcanzable que tantas veces sucedió por casualidad. 

En el sitio donde solo cabéis vosotros dos. 

Prácticamente donde los automatismos están establecidos y todo funciona por inercia. 

En casa, con la familia que elegimos, con aquello que nunca sobra. 

Brindando por cada minutos que compartís. 

En el círculo que siempre pretendemos cerrar para no perder lo que tan bien nos hace sentir.

¿Quién es Peter?


Que todo el mundo lo menta y nadie lo ha visto. Y debe ser, aunque en tiempos debió de ser el último que se iba, porque cuando no hay ni Dios todo el mundo dice que no está ni él. Pero ojo, porque también debe de ser algo lerdo, ya que se escucha mucho eso de que aquello lo sabe Peter, algo intrigante para él, quizás hasta turbador, porque se ve que son cosas de primero de parvulario. O era otro, es que no lo sé. De lo que estoy seguro es de que Tato, otro que vive permanentemente no sé dónde como la funeraria, debe ser su hermano y que Richard, uno que es de San Blas, tal vez sea también un pariente cercano, porque parece que igualmente andaba al tanto de ciertos matices que no dejaban de ser simples como el asa de un cubo. Entonces me da a mí que el bueno de Peter no estaba tan solo en el mundo, sino que era más bien un apuracharcos, el típico catacaldos o tal vez el clásico cierrabares. Quizás en uno de esos antros de perversión fue donde conoció a Perry, otro que tal baila, un abyecto sujeto que nunca es recordado para bien y sí en aquellos momentos en los que se reúne lo mejor de cada casa. Pues nada, que entre Peter, Kiki, Tato, Marijuana, Richard, la Tacones, el Parlita, Juani, el Cacerolo y algunos que son conocidos a la hora de la cena me parece que ya tenemos el equipo completo.

Limoges Is Not Far


La sensación agridulce de ansiosa espera pues es eso, eterna e ilusionante. El problema es cuando la eternidad se torna agobiante, dominante y desidiosa. Ya no por sufrir, sino por la sensación de querer pasar el tiempo con la pérdida que eso conlleva. Una pena. La espera debería ser simplemente eso, la emotividad y esa válida ilusión por que llegue la felicidad en la forma que se le quiera dar. Ya es suficientemente corto el tiempo como para desear que pase siendo un bien tan escaso que tiene fecha de caducidad y que cuando se va no vuelve. Incoherencia humana una vez más. Por eso hacer planes es el camino, un tránsito donde también se aprende y donde se suspira por un tiempo mejor. Lo del vaso medio lleno o medio vacío es el principio de la filosofía, la que nos hace verlo todo con optimismo o desde la más estricta negatividad. Menos es más. Siempre.

Madre


A ti que siempre sabes lo que me ocurre. 

Que cargaste con mi condena cuando no la merecías. 

El amor incondicional que no espera jamás algo a cambio. 

Que sabes equivocarte como nadie. 

Tú que eres irremplazable aunque me den mil millones de opciones de canje. 

Sabia y licenciada en la diplomatura sobre mi vida. 

Paciente y eterna, maestra en las leyes que no recogen los libros. 

Que no te mueve ni un centímetro la peor tormenta. 

La de la sonrisa cuando solo tengo ganas de llorar. 

Aquella diva que sacrificó una vida entera para hacer de mí una mejor persona. 

A la que debo cantidades ingentes que no podría saldar ni en mil existencias. 

Que te inventaste las fuerzas cuando no existían. 

Una referencia para seguir creyendo en el amor, en la paz y en la condición humana. 

Gracias, madre, gracias por darme luz cuando ahí fuera todo estaba a oscuras. 

Gracias por recogerme cuando los demás me tiraron al suelo. 

Gracias de nuevo por regalarme tu alma blanca cuando tal vez no merecía más que desdén y soledad. 

Gracias infinitas por alejar el espectro de la tristeza cuando estaba a merced de las olas o en el ojo del huracán. 

Gracias, madre, gracias por tu perdón y por ese amor que nunca podré contener en mi pecho.

Detour In Novara


La vida es corta, pero da para hacer el memo en incontables ocasiones. Los cruces de caminos se repiten con demasiada frecuencia, se cambia de opinión una vez por semana y la gente empieza a pasar por nuestra vida a la misma velocidad que los coches circulan por la autovía. Entonces, ¿la vida sigue igual? ¿Somos nosotros los que cambiamos? Es verdad, ya sé que hay demasiadas preguntas sin respuesta, que los misterios se acumulan en la caja negra, pero tal vez esto sirva para entender algo más sobre la evolución humana. Hace tiempo pensaba que las personas no cambiaban nunca, luego me convencí de que evolucionaban y definitivamente acabé por darme cuenta de que son los hechos y las circunstancias las que nos cambian y casi siempre para mal. El desamor, la decepción, el egoísmo, la muerte… todo nos hace ser distintos cada día, porque también nuestras aspiraciones varían constantemente. No es menos cierto que, afortunadamente, hay cosas invariables todavía. Ya no me refiero a cambiar de religión, que se puede, a mutar de cara, que también, a cambiar de chaqueta, anda que no hay, o a permutar nuestra nacionalidad, que es un hecho contrastado, sino más bien a aspectos intangibles como el sentimiento más puro, cambiar de equipo de fútbol o las puñeteras manías. Dicen que formamos nuestro carácter de niños, pero ni siquiera eso es cierto, nunca dejamos de aprender y cada día supone un nuevo aprendizaje. Uno hoy en día es de donde quiere y lo que jamás puede elegir es la ubicación del punto y final, pero sí puede escoger donde tomar cada desvío para darle forma de punto de inflexión.

De Castropol A Extramundi


Como todo no ha de ser Almodovar del Campo o Villanueva de la Serena, a veces tiramos de lírica y demostramos que somos un país diverso como pocos para brindar nombres de impresión. Es verdad, la pandereta nos gusta mucho, más que las castañuelas, pero al fin y al cabo todos nos parecemos por muchas banderas que decoren nuestra casa. Es cierto que aquí ha habido siempre espacio para todos, pero el espacio es cierto que se está acabando, tanto que empezamos a plantearnos ampliar la línea de costa, pero en esta ocasión mar adentro, aunque sea para hacer un centro comercial en el terreno recalificado y no bungalows para familias desamparadas o para atraer turismo que es lo que haría falta. Eso sí, que no venga mucho turismo, porque también nos quejamos. Tenemos muchas costas: la Blanca, la Dorada, la del Sol… pero la que más sonrisas despierta es la Marrón. Ver para creer. Vendemos sol, pero las frutas que ofrecemos necesitan esa lluvia que requerimos cuando se secan los pantanos, pero cuando llueve dos días clamamos al cielo porque esas malditas precipitaciones lo pudrirán todo. ¿Y qué decir de la Navidad? Imploramos por una blanca Navidad, pero lo único que tenemos es una Navidad sin blanca, y menos mal, porque si cae en forma de nieve tampoco estaríamos preparados. Y es que aquí somos así, si podemos hacer algo bien lo haremos regular y si algo va mal terminará peor, es nuestra idiosincrasia. Lo que sí se nos da de lujo es la divergencia, la burla sobre el que es distinto, una innata capacidad para prolongar los festivos hasta convertirlos en puentes, en vísperas, en vísperas de vísperas, en vacaciones improvisadas, en depresiones post vacacionales, en absentismo y en el escaqueo como deporte nacional. Eso sí, luego a darle la vara a San Pancracio. El humor se nos da también genial, pedimos peras al olmo y lo dejamos todo en manos del azar, damos imagen de que todo es maravilloso y nos vanagloriamos de lo que no somos. Hacemos marca España, pero tampoco sabemos lo que eso significa. Mientras las demás naciones hacen frente común, aquí nos enfrentamos entre nosotros. Criticamos por afición y tenemos la imagen de la vecindona como patrona en cada esquina.

 Es verdad, en España se vive muy bien.

System Diésel 4x4


Siempre pareció que las cosas con muchos nombres ganaban en importancia, pero pensándolo bien y recordando ciertos ejemplos hemos de convenir que no, que definitivamente esto no es así. Lo que realmente se lleva ahora es bautizar cualquier historia en inglés. Sí, sí, en inglés, aunque lo que digamos sea algo así como un culo cagando. Anglicanízalo y ya verás como el triunfo llama a tu puerta con un soplo viralizador que será bálsamo para el branding de tu merchandising sin importar que ofrezcas software para empresas, mansiones en Marbella o que vendas cebollas en la carretera de Burgos. Dicen que no, que lo primero de lo que se prescinde en épocas de crisis y de recesión es de la publicidad, pero ¡ay, amigo!, craso error, en tu partida presupuestaria no puede faltar una porción para presentarte al mundo sin importar que tengas menos dinero que el trampas. Necesitarás ruedas para llegar, motor para desarrollar toda tu potencia y combustible para que no decaigas en tu empeño, pero también una tarjeta de presentación que hable de ti a las mil maravillas. Cuando vendes tú eres el primer lote que sale de tu tienda, así que pule los detalles de tu perfil, maquíllate como si fueses a salir con Bob Esponja y jamás digas “Nueva” York. Por favor.

De Pradolongo A Pontiac


A veces la ignorancia natural nos impide salir del barrio o del pueblo, pero cuando el intelecto lo permite, el afán de aventura existe o en menor medida el impulso de encontrar una mejor calidad de vida se presenta, surge la necesidad de cambiar de aires permanentemente. Superada la primera criba, entra en liza el factor crematístico, más severo y restrictivo incluso que el anterior, pero no necesariamente inalcanzable a no ser que tengamos menos dinero que uno que se esté pegando un buen duchazo. Ahora bien, por irte puedes irte, otra cosa es dónde y cómo. Siempre me sorprendió comprobar cómo es posible que ciertas personas con menos luces que un sótano podían tomar un vuelo a Vancouver, a El Cairo o con destino Newark con la misma facilidad del que lava mientras yo tenía verdaderas dificultades para ir al día siguiente a Valdemoro. Mira que yo soy de Pradolongo de toda la vida y que lo más lejos que he ido nunca es a Algeciras, pero puedo jurar y prometo sin miedo a decir la verdad que sé cuál es la capital de Surinam, que Dubrovnik es un sitio guay de la Costa Dálmata o que Pontiac, además de ser una marca de coches que solo llegó a España con El Coche Fantástico, es un pueblo de Michigan. Precisamente Usera no es ninguna pradera, es posible, pero tampoco es menos cierto que Detroit ha conocido tiempos mejores. Y ahí, fantaseando de forma torpe e inconclusa, quise cruzar espesos cielos saltando charcos que parecerían océanos para pasar de Guatemala a Guatelpeor cambiando siete hermosas estrellas blancas sobre fondo rojo por algunas más numerosas y pequeñas que se hacen acompañar de unas delgadas barras horizontales.

Tiburones De Campo


Aún recuerdo cuando los tiburones solo salían del agua para dar mascadas de impresión, sin embargo, un día eso dejó de ser así y lo peor es que ni siquiera me di cuenta de cuándo eso cambió. Debe ser igual que aquello de la formación de este planeta, la extinción de los dinosaurios o la indefinición respecto a si fue primero el huevo o la gallina, misterios que la humanidad aún no sabe explicar y que a día de hoy no generan más que dudas y controversia. Ahora los tiburones campan a sus anchas por las llanuras de Castilla, hacen nidos en las zanjas, financian hipotecas, hibernan en verano y emigran en primavera. Han creado enemistad entre zorros, topos y humanos por dedicarse a labores similares, por lo que han pasado de dar miedo a simplemente dar un poquito de asco. Sí que es cierto que muchas criaturas acuáticas ahora se sienten liberadas ante lo que otrora fue su gran amenaza en las profundidades, aunque cabe recordar que el puesto en los océanos de este depredador fue ocupado tras su ausencia por las hienas marinas que lanzan carcajadas de espanto que son arrastradas por los ecos de las corrientes oceánicas. Lo fornido de su dentición le permitió penetrar la tierra como cuchillo caliente en la mantequilla, aunque no es un secreto que más de una vez se han visto desprovistos de un buen número de colmillos y otro tanto de molares al encontrarse súbitamente con vetas de metales pesados. Aquí precisamente es donde el humano debe de agradecer el trabajo de campo que estos escualos terrestres hacen a modo de perforadora, pues han sido formadores naturales de cuencas mineras que han venido a dar un gran número de recursos para múltiples comunidades. Se puede decir que nunca llueve a gusto de todos, que el que se conforma es porque no quiere o que no hay mal que por bien no venga… pero a veces, cuando siento galbana después de comer, sigo recordando a aquellos tiburones que no aguantaban ni medio segundo fuera del agua.

Donde Hay Pelo Hay Alegría


De los creadores de No, cariño, yo no soy gafe, Te cambia la vida, Yo a ese le doy veinte mil patás, Vivencias en una camper, Viaje sorpresa a las cumbres de Chinchón, Los grupos de WhatsApp no son para mí, La Comunidad del Bostezo o No desearás a la vecina casada del quinto pino…

Donde hay pelo hay alegría

Protagonizada por C. Alboretto, Pepe Calvente, Randy Calberson, Paco C. Alborotas, Carl Bo, Lorenzo Calviño, María Calvario (en lo que supone su debut en la gran pantalla) y la colaboración especial de la estrella del cine húngaro Alo Peci.

Agradecimientos a Cervezas Belgas, Hamburgueserías Poyarzabal, Centro Capilar Tullido, Conservas Calvo, Imprentas CaraCartón, Viajes La Vida Es De Una Manera e Infusiones Porrymans.

Antagonista


El camino es la transición, el destino es la meta, perderse es naufragar, abandonar es no existir. El tiempo es el canal por el que nos comunicamos, dorado, de diversas dimensiones, siempre eterno, siempre raudo, corto en las buenas, largo en las malas. El ambiente es respirable, acaso palpable, especial a simple vista, inolvidable con el recuerdo en la mano, transcendental en cada escenario, perdulario y divagante ante la extrañeza. Las personas son números, da igual veinte que ochenta, mujeres que hombres, de sangre que de vista, sombras que pasan en un eterno bucle. Los matices, por el contrario, son el pequeño detalle que a duras penas se convierte en indispensable. Cuando se llega a un punto de no retorno algo invade la estancia con toda su impronta e importancia hasta llegar a ser el todo en cada momento. Vivir es el compendio de todo lo anterior, el resultado de la fórmula, el plato único que obtenemos de la receta. Si todo lo anterior no convence y el preparado resulta indigesto siempre conviene tener a mano el elixir y su correspondiente prospecto, se sirve en una sola dosis y es fulminante, no deja secuelas y resulta infalible. A tal remedio se le llama paradójica y vulgarmente como la muerte y no se encuentra disponible en farmacias.

Pasaje Canicular En Gibralfaro


A veces las preguntas no tienen respuestas. En ocasiones todo se nubla aunque el sol bañe las calles de la ciudad. A menudo nos sentimos solos en medio de las concentraciones humanas. El rosa no es siempre rosa. Constantemente sentimos que, aunque hablemos el mismo idioma, los demás no nos comprenden. En todo momento pensamos que falta un poco de todo en cada uno de los aspectos de esta vida. Insistentemente el miedo nos atenaza y parece ejercer de eterno cortapisas en nuestro empeño por mostrar nuestra verdadera personalidad. El aburrimiento nos acecha y nos convierte en seres imprecisos y vulnerables. El estrés nos tiraniza y nos convierte en seres vulnerables e imprecisos. La felicidad es un proceso químico. La tristeza es, además, empírica. Cuando somos niños queremos ser mayores, luego no nos pronunciamos, pero seguimos comportándonos como tal hasta que finalmente desearíamos ser, una vez más, niños de nuevo. La duda mueve al mundo. El desconocimiento impera sobre la cultura. El respeto pierde enteros ante el descaro. Siempre nos cansamos de todo. Solemos querer lo que no tenemos. La constancia y la diligencia ceden siempre ante el desasosiego y la desesperanza. Los refranes mienten. Las frases hechas también presentan desajustes. El tamaño sí importa. Los recesos son múltiples y a menudo duran demasiado. El futuro es incierto, al igual que el pasado. La amistad no existe. Ni la lealtad. Ni la fidelidad. Todo tiene un final (y nunca es feliz).

Aun así, el sol siempre aparecerá en los dibujos de los niños con una sonrisa de oreja a oreja.

Ancona As Starting Point


Envidiar lo que otro inventa o crea no debe ser en todo caso algo negativo, eso realmente nos convierte en selectos apreciadores de lo bueno. Quizás nos parezca atractivo si lo deseable no invade nuestro espacio creativo, entonces somos admiradores de la belleza, lo elegante, lo serio o incluso lo divertido. Otra cosa es cuando por el contrario lo que se aprecia sí entra en conflicto con nuestra habilidad ya sea primaria o secundaria. Aprender a controlar ese sentimiento y convertirlo entre las envidias, esas que son como el colesterol, es un factor determinante y muy necesario para no perder la dimensión de lo que estamos haciendo. Fácil es decirlo, no tanto practicarlo, pero es de todo punto cierto que ante la ausencia de criterio será harto complicado darle forma y sentido a nuestra obra. Respetar, entender, compartir y aprender como ejes de la trama.

Viva La Vida


Lo más alucinante de la vida no es pensar en qué nos puede deparar cada día, sino imaginar lo inmenso que eso puede ser si lo elevamos a la potencia de todas las existencias que divagan por el universo. Obviamente es algo que solo está al alcance de Él, pero también un escritor puede narrar sobre esas existencias y otras que, para más inri, puede llegar a crear e inventar. Por eso escribir, y también leer, es tan fascinante. Crear, leer, imaginar o trasladarse a mundos infinitos es gratis, igual que lo es pensar, respirar, nadar, soñar… o amar. Es cierto, las mejores cosas de la vida son siempre gratis.

La Eterna Búsqueda


Buscar y no encontrar es lo habitual, sin embargo, a veces, cuando no se busca también se halla lo que tal vez más se necesita.

No hay ciencia para obtener un resultado, no hay purga de Benito para encontrar la clave, solo se trata de hacer camino, de continuar, de seguir rellenando pasajes en una historia que se escribe cada día. 

Podemos buscar gloria, éxito, bienes, amistad, amor, inspiración… Cualquier cosa está allí, en un lugar, donde los más diligentes y aventajados individuos saben encontrarlo.

No pierdan el tiempo en lamentaciones, tampoco en proyectarse, jamás en torturarse… Dicen que el destino está escrito y que lo que tenga que ser será si el ente divino así lo desea.