Para tocar los timbres y salir corriendo.
Para hablar con las amigas de lo guapos que son los chicos este año.
Para hablar con los amigos de lo guapas que son las chicas este año.
Para olvidarnos de hacer los deberes.
Para jugar a ser Jordan con una pelota de papel.
Para tomar leche condensada a escondidas.
Para jugar a la NES.
Para ver Barrio Sésamo.
Para bailar como Georgie Dann.
Para volver a la EGB.
Para cambiar cromos.
Para interactuar sin pantallas.
Para ver Verano Azul.
Para estar a las 10 en casa.
Para aprender a afeitarnos.
Para aprender a maquillarnos.
Para recuperar, en definitiva, el niño que tenemos dentro.
Para tener el ánimo, únicamente, de pasarlo bien.
